El otro día hablabamos de cómo organizar las sesiones de fotos con modelos, la parte logística, casting y demás. Hoy veremos en el momento en el que empezamos la sesión, qué podemos hacer para conseguir los mejores resultados y aprovechar el tiempo al máximo.
Se trata básicamente de organizarnos bien y comportarnos como personas respetuosas y empáticas. Simplemente poniendo eso en práctica ya tendremos muchísimo ganado
Organízate al máximo posible
La organización de una sesión de fotos es importante, pero cuando implicamos a otras personas, esa planificación cobra más importancia si cabe. Es una cuestión de respeto y de aprovechar el tiempo, no sólo el nuestro, sino el de todos los que intervienen en la sesión.
Es muy fácil además que en el momento en el que estamos haciendo fotos se nos pase el tiempo volando, con lo que debemos tener una especie de horario en el que tengamos planeadas las fotos que queremos hacer y qué márgenes de tiempo le damos a cada fotos.
Recuerda dejar tiempo para los descansos y para picar algo, de lo contrario tus modelos acabarán agotados al ir pasando las horas.
Un detalle muy guay que puedes tener con tus modelos es averiguar si tienen preferencias en su dieta y tenerlo en cuenta a la hora de preparar el catering o elegir restaurante para la pausa.
Organizarte ahora te permitirá aprovechar más el tiempo durante la sesión.
Ten claro lo que esperas de la sesión
Como os decía el otro día, un/a buen/a modelo no es esa persona que va haciendo poses sin que le digamos nada. Lo que queremos es que haga las poses que le pidamos, pero para ello tenemos que tener muy claro qué es lo que esperamos.
Así que parte de la planificación de la sesión, será establecer unos objetivos, unas fotos que queremos hacer. Así podremos darle instrucciones claras y precisas a nuestros modelos.
Llega puntual a la sesión
Me da hasta cierto apuro dar este consejo, pero es que es un básico que mucha gente se salta o no le da importancia. Esté cobrando o no, el tiempo de tu modelo es tan valioso como el nuestro, como el tuyo, así que no le hagas esperar.
Y una aclaración a lo que significa puntual. Puntual no es salir de casa a la hora a la que habéis quedado, eso lo sabemos todos. Pero puntual, tampoco es llegar a la hora acordada (o dentro de los cinco minutos de cortesía).
En nuestro caso, como fotógrafos, puntual significa llegar los primeros, por lo menos diez minutos antes de la hora acordada para tenerlo todo listo cuando llegue el resto de personas. Si tenemos que preparar iluminación o el set de maquillaje, pues puntual significa adelantarnos lo suficiente para que tengamos todo eso preparado al llegar los modelos y las otras personas implicadas en la sesión.
Dales la bienvenida como se merecen
No te limites a decirles un «hola» y ya está. Esas personas van a dedicar su tiempo a posar ante tu cámara porque a ti te interesa. Intenta hacer lo posible para mostrarles que lo valoras, ofréceles algo para beber o comer, aprovecha para charlar un rato con estas personas y romper el hielo, no esperes a hacerlo a que estén ante tu cámara.
Ofréceles un lugar en el que dejar sus cosas, dales confianza para que te pidan algo si lo necesitan… lo que sea que se te ocurra para que se sientan bien antes de empezar.
Dales la información necesaria, pero dásela!
Explícales cómo será la sesión, qué esperas de ellos/as y cómo os habéis organizado.
Esos detalles le darán tranquilidad y confianza. Verán que no se trata de una sesión para «jugar» sino que te la has preparado, que te lo has currado.
Además les permitirá saber qué va a ocurrir en cada momento, sin sorpresas.
Eso sí, no hace falta que le cuentes todos los detalles hasta los más insignificantes, eso sólo conseguirá que tus modelos se aburran.
Aprovecha los ratos muertos
Solemos tener un rato muerto desde que llega todo el mundo hasta que los/las modelos están listos/as para ponerse delante de la cámara. Aprovecha para seguir interactuando con esa persona, para conocerla más allá de su faceta de modelo.
Eso permitirá empezar la sesión de una forma un poco más calmada.
Si se producen ratos muertos en mitad de la sesión, aprovecha para seguir interactuando con el equipo. No te pongas a revisar las fotos o a descargarlas al ordenador para ir ganando tiempo.
Durante la sesión
Llega el momento de hacer las fotos, lo tienes todo en mente, las luces, los ajustes en cámara, los encuadres, etc. Pero recuerda, tienes a una persona delante, no es un detalle técnico o compositivo más.
Así que sigue interactuando con esa persona, puedes incluso acercarte y proponerle poses determinadas, hazlas tú si es necesario para mostrárselo.
Intenta dar instrucciones cortas, precisas y, sobre todo, no hables desde detrás de la cámara.
Algunas personas establecen una especie de barrera invisible entre los/as modelos y el fotógrafo o la fotógrafa. Es como que cada uno tiene su espacio y está haciendo su trabajo, así que no podemos invadirlo. Personalmente eso no me funciona. Yo soy más partidario de que haya una interacción, una confianza.
Por eso intento acercarme a los/as modelos durante la sesión, ya digo o para simular poses o bien para colocar algún detalles de la ropa, el peinado o lo que sea. Incluso aunque esté trabajando con un estilista o maquillador, igual me acerco, intento arreglarlo y si no puedo pido ayuda a los que saben hacerlo, pero ya he abierto la interacción.
Ya lo decía Joe McNally, «a veces conviene acercarse a la persona que tienes ante la cámara para quitarle las telarañas». Se refería a hacer como si le peinaras, pero a veces sin ni siquiera tocarle el pelo, sólo pasando la mano alrededor. Así la persona sentía que realmente tenías interés en que salga bien en la foto.
Suficientemente bueno a veces es suficiente
Muchas veces nos emocionamos haciendo las fotos y se nos pasa el tiempo volando. Tenemos unas buenas fotos, tenemos lo que estábamos buscando, pero resulta que insistimos en intentar hacer algo mejor.
Claro, al trabajar con modelos, pequeños cambios en la pose, en la expresión, pueden mejorar la foto.
Pero tenemos que saber decir basta. Llegados a un punto en el que la foto es suficientemente buena, podemos parar con esa foto e ir a por otra.
Por ejemplo, en una sesión de fotografía de stock, buscamos aprovechar al máximo los recursos, y el recurso más valioso casi siempre es el tiempo, así que saber cuando tienes una foto lo suficientemente buena para ir a por la siguiente, en estos casos será la clave del éxito de la sesión.
Otras veces buscamos la perfección
Siempre deberíamos buscar la perfección en nuestras fotos, pero como decía antes, en algunos casos la perfección pasa por poder completar la sesión a tiempo.
Sin embargo en algunas ocasiones buscamos una única fotografía, para un anuncio por ejemplo y necesitamos que sí esté todo perfecto. Entonces no habrá un «suficientemente bueno» que podamos dar por válido. Tendremos que alargar la sesión todo lo necesario hasta alcanzar esa perfección.
Respeta al 110% a los modelos
Recuerdo hace unos años, que vi un documental o un vídeo sobre un fotógrafo de moda y belleza, creo que era Helmut Newton. Estaba haciendo algunas fotos a una modelo o actriz en medio de la calle y en eso, que se para, se gira hacia sus asistentes y sin dirigirse a la modelo para nada grita: «Que se desnude!»
Se supone que la sesión iba a ser un desnudo y esas eran fotos de prueba antes del desnudo. Pero si vas a pedirle a alguien que se quite la ropa, además en la calle en medio de todo el mundo o como mínimo del personal de la sesión, que menos que pedírselo con algo de respeto. Te llames Helmut Newton o como sea que te llames, estás fotografiando a una persona.
Pero es cierto que en muchas ocasiones, sin creernos «divos» como Helmut Newton, estamos tan concentrados en nuestro trabajo, en nuestras fotos, que casi vamos colocando (o pidiéndole poses) a los modelos como si se tratara de maniquíes. Es muy fácil acaban gritando un «quitadle la ropa al maniquí que quiero hacer un desnudo» si nos descuidamos.
Al acabar la sesión
Agradece el trabajo realizado, empatiza con su cansancio, a poco que se haya alargado la sesión, todo el equipo estará cansado tanto o más que tú.
Es un buen momento para descansar un rato o ir recogiendo los trastos con calma.
Pero lo importante es cerrar bien la sesión y darnos la oportunidad a que, si todo ha funcionado correctamente, poder trabajar juntos de nuevo más adelante.
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