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La verdad es que últimamente voy muy cargado a hacer fotos de paisaje, ya que suelo aprovechar para grabar algo para el canal de Youtube o los cursos de fotografía online. Pero sigo saliendo algunos días «sólo» a hacer fotos. Son los días digamos que normales, los días en los que os contaré lo que llevo en mi mochila.
Primero de todo, ¿qué mochila?
Ya hablamos de mochilas fotográficas y os di algunas recomendaciones para elgir una u otra, pero no os conté lo que uso yo.
Tengo dos mochilas fotográficas una un poco más grande que la otra, pero para paisaje prácticamente siempre elijo la más pequeña. La más pequeña no es que sea pequeña de por si, pero de las dos sí que es un poco más pequeña.
Hasta hace unos años, sí que llevaba mochilas muy pequeñas, como las que os recomendé por unos 50 euros y en las que cabe poquito material fotográfico.
Incluso probé cinturones con fundas para objetivos y hasta bolsos normales con forros protectores, pero con el tiempo me he dado cuenta de que lo mejor, más cómodo y práctico es una mochila fotográfica normal y corriente.
Para paisaje la verdad es que lo ideal es ir con el mínimo de material posible, pero eso a veces se complica salvo que tengas muy claro qué es lo que vas a fotografiar.
La cámara para paisaje
Sigo con mis dos cámaras desde hace años, la Nikon D800 y la Nikon D750. Sigo pensando que el año que viene tendré que renovarlas, pero estoy tan enamorado de estas dos cámaras, que van pasando los años y cómo aguantan, siguen conmigo.
Para paisaje, casi siempre intento utilizar la D800, por aquello de que es una buena cámara, con mucha resolución y que me permite hacer grandes ampliaciones si algún día las necesito.
Pero la verdad es que últimamente estoy utilizando más la Nikon D750, es algo más ligera, la conozco bien y… sí, lo admito, tiene pantalla abatible y eso es muy cómodo… ¿Me estaré haciendo mayor?
Así que salvo que esté de viaje, me llevo sólo un cuerpo de cámara de formato completo. Estando de viaje, prefiero sacrificar algo de comodidad y a cambio ganar algo de tranquilidad llevándome dos cuerpos. Si uno fallara, se que tengo el otro en la mochila.
Los objetivos para paisaje
Aquí no tengo duda, dos objetivos, el Nikon 14-24mm y el Nikon 24-70mm y ya.
Sólo me llevo el 70-200mm si se que no voy a tener que caminar mucho, ya que es verdad que me gusta hacer algunas fotos de paisaje con ese objetivo, pero ya incrementa mucho el peso de la mochila, así que lo evito.
Si por lo que sea pienso que voy a necesitar algo más de teleobjetivo más allá de los 70mm pero tampoco lo veo muy claro, opto por el Nikon 105mm macro, que además me permite hacer fotos macro en el caso de que el día (o yo) no esté muy para paisajes.
Pero vamos, la mayoría de veces, 14-24 y 24-70mm es más que suficiente.
Filtros para fotografía de paisaje
Creo que también os lo comenté en algún directo, pero básicamente opto por tres filtros.
- Polarizador de 77mm
- Densidad neutra de 10 pasos, un Haida Big Stopper de serie 150
- Degradado de densidad neutra de 3 pasos y transición suave, un NiSi de serie 150
- Portafiltros serie 150
- Adaptador al 14-24mm Nikon
- Adaptador de portafiltros a 77mm
- Adaptador de 77mm a 62mm (por si llevo el macro)
Aunque son bastantes chismes, son ligeros y los considero imprescindibles para darle el aspecto y salvar los problemas técnicos que suelen presentarse en paisaje.
Accesorios para fotografía de paisaje
Me llevo casi siempre un cable disparador para la Nikon D800, uno sencillito como el de Hama. Para la D750 la verdad es que no utilizo cable disparador, suelo disparar con temporizador o con la app del móvil. Lo de la app no me entusiasma, así que suelo optar por el temporizador puesto en 2 segundos.
Además suelo llevarme una pera limpiadora y un pañuelo de estos para limpiar las lentes.
El trípode para paisaje
Tengo un Velbon Geo desde hace años y me encanta, está muy machacado, pero sigue haciendo bien su función. Con las patas de carbono y sin columna central (se la quité nada más comprarlo) es un trípode robusto pero ligero.
Uso una rótula Manfrotto 410, es una pequeña joya que, aunque es pesada, como suelo llevar el trípode al hombro desde que me bajo del coche, no lo llevo a la espalda y no me molesta en exceso su peso.
Lo más importante y que casi siempre se me olvida
Los que habéis salido conmigo a hacer fotos lo sabéis, siempre se me olvida el bocata y el agua. Hasta el punto de que el día que me acuerdo de llevar agua, me la olvido en el coche… Eso es que tengo la cabeza pensando en las fotos más que en si tendré hambre o no. Además, haciendo fotos suelo olvidarme también de comer y beber.
Pero aun así es importante llevar algo de comida y bebida siempre que salimos por el campo, aunque sea una salida sencillita. Puede pasar cualquier cosa y que la salida se alargue más tiempo del previsto. No hace falta que sea que os torzáis un tobillo o que os caigáis por un barranco, algo tan sencillo como que ha subido la marea, no lo habíais previsto y no podéis volver sobre vuestros pasos puede dejaros atrapados unas horas más de lo que habíais calculado.
En esos casos tener algo que beber y un buen bocata, vegano a poder ser, siempre ayuda.
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