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Hoy quiero hablaros de una fotógrafa, retratista, que se fotografía a sí misma por lo que muchos pensaríamos que se dedica a hacerse autorretratos. Pero Cindy Sherman no crea autorretratos, sino que fotografía a otras personas a través de su propia persona.
No utiliza modelos o personas que acceden a ser retratadas sino que ella misma se convierte en las personas que quiere retratar. Lo hace a través de su capacidad de actuación, maquillaje, peluquería, estilismo y todo lo que haga falta y de lo que se encarga ella misma.
Quién es Cindy Sherman
Se trata de una fotógrafa estadounidense que ha dedicado su vida artística a la fotografía de retrato de una forma muy peculiar.
Se ha autofotografiado convirtiéndose en cientos de personas diferentes, retratando a cientos de personas sin fotografiar nunca, para su obra, a nadie que no fuese ella misma.
De hecho, quién es realmente Cindy Sherman es una de las preguntas que se han hecho muchísimos críticos de arte e historiadores a lo largo de toda la carrera artística de la fotógrafa.
Pese a ser una pregunta realmente irrelevante de cara a su obra, es uno de los motivos que más ha impulsado su carrera y fama en el mundo de la fotografía artística.
Las fotos de Cindy Sherman
Es curioso que nunca, jamás se haya autorretratado realmente pese a haberse hecho cientos de «autorretratos».
Y es que crea proyectos fotográficos, series temáticas que hablan sobre temas que le importan, y nos habla de esos temas a través de esos retratos.
Digo que nunca se ha autorretratado porque nunca se ha fotografiado mostrándose a sí misma como tal para ninguna de las series.
Siempre se ha disfrazado, maquillado, peinado y establecido todo un decorado a su alrededor para conseguir convertirse en el personaje que buscaba.
Se ha fotografiado como si fuese estrellas de cine, chicas adolescentes, incluso damas ancianas de la alta sociedad.
Todo eso con gran destreza para conseguir fotografías que divierten e inquietan en la misma proporción.
Ha hechos muchas fotos publicitarias, pero precisamente tan metido dentro de su estilo personal, que casi ni parecen anuncios.
Su estilo fotográfico
Lo interesante de su obra es precisamente que pese a ser ella la fotografiada, no se fotografía a sí misma.
No se trata de un recorrido por la psicología interior de Cindy Sherman sino más bien al contrario.
Sus fotografías son la proyección de personalidades y estereotipos de nuestra sociedad y cultura. Especialmente de la estadounidense.
Incluso cuando le han fotografiado para revistas, entrevistas y demás, se fotografía disfrazada «de artista».
Se la ha intentado clasificar en muchas tendencias artísticas, aunque viendo sus fotografías pienso que encajan dentro del arte feminista.
Sus fotografías son muy coloridas, con maquillajes y peinados muy extravagantes, para conseguir reforzar más esos estereotipos de los que quiere hablarnos.
Precisamente por fotografiar a estereotipos, al ver muchas de sus fotografías nos recuerdan a algunas mujeres que podamos conocer, mujeres reales.
Sin embargo, es muy probable que precisamente por el mismo motivo, muchas personas se sientan, identificadas en alguno de esos retratos y a su vez, sientan un cierto rechazo hacia esas mujeres retratadas.
Precisamente porque Cindy Sherman hace sus fotografías con un cierto aire de parodia, pero también con mucha crítica hacia la cultura y los distintos prototipos de mujeres que establece, incluso exige la sociedad.
Ha hecho algunas fotos metiéndose en el papel de chicos y hombres, aunque son una minoría. Según cuenta quiere realizar algún trabajo sólo disfrazándose de hombres.
Como trabaja Cindy Sherman
Lógicamente empezó trabajando con fotografía analógica. Pero llegó un momento, con su serie «Clowns» en el que empezó a combinar los retratos analógicos con fondos digitales. A partir de entonces se pasó a la fotografía digital.
Trabaja totalmente sola en estudio. En algunos casos, en exteriores ha trabajado acompañada de amigos o familiares.
Las sesiones en la calle las hacía en plan express. Se escondía detrás de unos contenedores, se disfrazaba, salía y la persona que le acompañaba le hacía unas pocas fotos. Volvía a esconderse y aparecía la Cindy Sherman real. Así en distintas localizaciones sin pasar por casa.
En estudio se disfraza y va fotografiando y comprobando los resultados. Antes, en analógico, revelaba las fotos en su laboratorio, disfrazada y al ver los resultados continuaba la sesión. Durante una temporada trabajó con un laboratorio externo, así que se quitaba el disfraz, esperaba a ver los resultados unas horas y volvía a su estudio para seguir con la sesión.
Curiosidades sobre Cindy Sherman
Empezó a disfrazarse incluso antes de fotografiarse. Lo hacía en su habitación, se maquillaba y disfrazaba sin que nadie lo supiese.
Incluso llegó a ir a trabajar dos o tres veces con esos disfraces puestos. Según cuenta, a todo el mundo del trabajo le encantó.
Al elegir las imágenes de sus colecciones, tan sólo elimina una buena foto si piensa que se parece demasiado a ella, si piensa que esa podría realmente ser Cindy Sherman en un mal día o si se parece demasiado a un personaje que ya creara en el pasado.
El hecho de que su obra gustara tanto y fuera rápidamente aceptada, le ha generado una cierta dualidad, hasta el punto de crear series provocativas, feas y desagradables como «Imágenes de catástrofes» en plan: «Si os gustan mis fotos, colgad este vómito sobre vuestro sofá»
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