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La elección del objetivo para hacer una determinada foto es importante. Es cierto que con cualquier objetivo podemos hacer fotos, pero unos objetivos tienen unos efectos y otros tienen otros. Por eso es importante elegir y utilizar el objetivo fotográfico adecuado para cada tipo de fotografía y estilo que queramos darle.
En el curso de Nivel 3, os enseño a utilizar los objetivos correctamente, sus efectos y propiedades para que así podáis elegir mejor el objetivo que utilizaréis en vuestra próxima foto.
Lo primero de todo que haré será comentaros que objetivos tengo para que podáis haceros una idea y después pasaremos a ver las distintas situaciones en las que me encuentro (o nos podemos encontrar) habitualmente haciendo fotos y los objetivos que utilizo en cada caso.
Lógicamente también os comentaré los motivos por los que lo hago y algunos detalles de cómo los utilizo en cada caso.
¿Qué objetivos tengo y utilizo?
Siempre he optado por tener menos objetivos pero de gran calidad. También he preferido esperarme a comprar un objetivo mejor antes que gastarme dinero en uno mediocre con tal de tenerlo.
Ahora mismo cubro todas mis necesidades fotográficas actuales, e incluso tengo algunos objetivos que me aportan cosas muy concretas pese a cubrir longitudes focales que ya tengo disponibles con otros objetivos.
En cualquier caso, estos son los objetivos que tengo y utilizo habitualmente:
- Montura para Nikon
- Montura para Nikon
- Ojo de pez circular de gran apertura F3.5 que permite la fotografía de aproximación, optimizado para cámaras réflex digitales
- Diafragma de 6 láminas
- Objetivo con zoom de teleobjetivo de f/2.8
- Con reducción de la vibración (VR) mejorada
- Seguimiento de AF y Control de la exposición excelentes
- Integridad excepcional: precisión óptica hasta el borde del encuadre
- Equilibrio perfecto: operatividad mejorada
- Distancia focal fija de 105 mm
- Montura para Nikon
- Estabilizador de imagen
- Peso del producto: 789 g
- Peso del producto: 789 g
- Diámetro: 77 mm
- Distancia focal 24-70 mm
- Montura para Nikon
- Peso del producto: 898 g
- Objetivo estándar de diafragma amplio de 50 mm
- Diseño óptico avanzado que minimiza los brillos y la aberración cromática
- SWM para permitir un enfoque automático rápido y silencioso
- El elemento frontal no giratorio permite utilizar filtros polarizadores circulares y accesorios para flash incorporados en el objetivo
- Diámetro: 98 mm
- Distancia focal 14-24 mm
- Montura para Nikon
- Peso: 971 g
- Peso: 971 g
Podríamos decir que para mi los objetivos clave de esta lista son el 14-24mm, el 24-70mm y el 70-200mm. Son mis «básicos» pese a ser objetivos de gran calidad (y más caros de lo que me gustaría). Digo mis básicos porque son los que me cubren todas las distancias focales que necesito para mis fotos.
El 8mm es un ojo de pez que utilizo poco y que compré para un fin muy concreto, ahora los lo comento.
El 50mm 1.4 es una delicia de objetivo. Ligero, «económico» y con gran calidad si lo manejas bien. Me aporta calidad cuando trabajo en esas distancias.
El 105mm macro es otra de esas delicias. Para mi, es el objetivo perfecto en fotografía gastronómica y de estudio en general. Además es macro, así que me puedo acercar «tanto como quiera» sin preocuparme.
Así que vamos a ver qué objetivos suelo utilizar en las distintas situaciones. Tened en cuenta en todo caso que lo utilizo en cámaras Full Frame.
Objetivos para fotografía gastronómica
Para fotografía gastronómica, lo más habitual es que utilice el 105mm macro. Me cierra el encuadre lo suficiente como para que encajen bien mis fondos y me ofrece una profundidad de campo que me permite centrar la mirada en el sujeto principal, pero también controlar mucho la profundidad de campo con el diafragma.
En restaurantes o situaciones fuera del estudio como por ejemplo al hacer fotos de recetas para blogs, la cosa cambia un poco, ya que necesito adaptarme más a la localización y situación en cada momento.
Por ejemplo, no es lo mismo si se trata de un gran restaurante con mucho espacio, que si se trata de un restaurante más pequeño o con más mesas. Tampoco es lo mismo trabajar con el restaurante cerrado, pudiendo utilizar todo el espacio para la sesión, que tener una mesa un poco apartada y clientes en el resto del restaurante.
Si nos metemos en una cocina, tanto en un restaurante como en casa de alguien que vaya a publicar las fotos en su blog de recetas, estamos en las mismas, depende mucho del espacio.
Pero en cualquier caso intento utilizar el 105mm macro. Que además me permite hacer tomas de aproximación si veo algún detalle interesante. Si no tengo control sobre los elementos del fondo, pero dispongo de espacio, utilizo el 70-200 ajustado a 200mm de longitud focal, así tengo menos fondo y más desenfocado.
En fotografías en las que incluyo el factor humano, por ejemplo las manos de algún chef acabando un plato o algo similar, suelo utilizar igualmente el 105mm, aunque muchas veces me veo utilizando el 24-70 por una cuestión de campo visual.
Para tomas cenitales (desde arriba) en fotografía gastronómica en ocasiones utilizo en 50mm, pero sólo si con el 105mm el encuadre no es suficiente. En estas mismas tomas con puntos de vista desde arriba, si necesito encuadres más abiertos, por ejemplo fotografiando una mesa entera, normalmente utilizo el 24-70mm. El 24-70mm me da suficiente campo visual y rango de focales como para poder hacer estas tomas más abiertas.
Si estáis empezando y no tenéis mucho material dónde elegir, una buena opción, que aunque no sea la ideal, es muy económica y suele dar buenos resultados, es el 50mm 1.8. La mayoría de marcas lo tienen a muy buen precio y con buena calidad.
Objetivos para retratos en estudio
Aunque a muchas personas se les atraganta, la fotografía en estudio es mucho más sencilla por una cuestión muy simple, es un ambiente controlado, sería como el laboratorio de los/as fotógrafos/as.
Por eso aquí la elección es muy sencilla, el 105mm.
Es un objetivo de gran calidad y también tengo la opción de hacer tomas de aproximación macro, por si me da por fotografiar un primer plano de un ojo o cualquier otro detalle del rostro.
En mi estudio lo tengo tan «por mano» todo, que se que desde la pared del fondo, hasta donde coloco habitualmente a las personas para el retrato, puedo sacar una foto de cuerpo entero con este objetivo.
En el caso de hacerle las fotos a dos personas, suelo seguir con este objetivo. Sólo en el caso de que esté fotografiando a un grupo más grande cambio al 24-70mm, pero aún así suelo dejarme el 105mm a mano.
Podría utilizar el 70-200mm y tener más margen de encuadre, pero pesa mucho más, así que se termina convirtiendo en un incordio.
Objetivos para retrato en exteriores
Al hacer retratos en exteriores suelen darse dos casos distintos. Que conozcamos a la persona que vamos a fotografiar o que pillemos a alguien por la calle y le pidamos un retrato. Las condiciones son las mismas, pero la situación varía un poco.
En la primera situación solemos preparar las cosas, ir a un lugar determinado y elegido previamente, así que, aunque estemos en exteriores, solemos tener más control sobre la escena. En estos casos me gusta utilizar el 105mm. Consigo un fondo más reducido que con un 50mm o un angular.
Si se trata de hacer varias fotos o si vamos a fotografiar a niños o mascotas, entonces prefiero el 70-200mm por una cuestión de versatilidad.
Sin embargo, cuando fotografiamos a desconocidos, suele ser más un «aquí te pillo aquí te hago la foto». Solemos estar paseando y justo conocemos a alguien que nos parece interesante para la foto. Como os comentaré dentro de un rato, para foto callejera utilizo casi siempre el 50mm, así que si se trata de un retrato rápido, es el que utilizo en estas situaciones siempre que haga un retrato de medio cuerpo o un primer plano.
Si tenemos un poco más de margen en cuanto a tiempo, por ejemplo, si es alguien con quién he estado charlando un rato, y llevo el 70-200, suelo optar por este. Como os comento en la clase de los teleobjetivos, reduce mucho el fondo y por lo tanto tengo menos elementos en el fondo que distraigan en la composición. Pero con lo que pesa, suele ser raro que me pille un retrato espontáneo cargando el 70-200 sólo por si las moscas.
Objetivos para paisajes abiertos
Cuando hablo de paisajes abiertos me refiero a planos generales de paisajes. Normalmente utilizo el 14-24 y el 24-70mm.
Por cuestiones de preferencia en composición y demás, suelo preferir el 24-70, es menos «impresionante», quiero decir que con el 14-24, al ser tan angular es más fácil conseguir fotografías efectivistas, que llamen mucho la atención, pero por mi estilo, no es lo que busco.
Además, en Mallorca, que es dónde más fotografío paisajes, los paisajes naturales son, digamos que pequeños. Siempre hay algún cable, carretera, edificio o lo que sea que se cuela en el encuadre si abres mucho. O eso, o estás en mitad de la montaña en lugares muy concretos en los que sí quedan todavía zonas sin elementos humanos, y aún así…
Sin embargo, al salir de viaje, me sorprendo utilizando muchísimo más el 14-24 para abarcar los grandes paisajes que me encuentro.
Por eso finalmente decidí hacerme con el kit de filtros de serie 150 adaptados al 14-24mm.
Objetivos para detalles del paisaje
En cambio, cuando me propongo fotografiar detalles del paisaje como puedan ser fotos más minimalistas, detalles de árboles, montañas, playas, ríos o lo que sea, ahí suelo utilizar más el 70-200mm. Por eso en ocasiones, aunque pese, sí lo meto en mi mochila al salir a hacer fotos de paisajes.
Aunque pueda estar cerca del sujeto, me voy más lejos para poder utilizar este objetivo y captar mejor el detalle de ese paisaje.
Objetivos para fotografía nocturna
La fotografía nocturna que suelo hacer es de paisaje y en raras ocasiones de paisajes urbanos.
En cualquier caso me suele interesar incluir una buena porción del cielo, bien para mostrar la Vía Láctea o bien para mostrar trazos de estrellas. Sea como sea utilizo el 14-24mm.
Al ser un objetivo muy angular consigo mostrar en el primer plano el elemento o paisaje elegido y, además, me queda mucho espacio en el encuadre para añadir el cielo nocturno.
También es muy luminoso (abre hasta f/2.8), así que me permite captar muchísimas estrellas.
En raras ocasiones utilizo el 24-70 ajustándolo a 24mm. Pero más allá de eso no suelo usar otros objetivos en foto nocturna.
Objetivos para fotografía de producto
La fotografía de producto la suelo realizar siempre en estudio o en otros lugares pero en condiciones de estudio, así que de nuevo opto por el 105mm.
Si estoy fotografiando el producto en uso en alguna situación diferente al estudio, no me queda más remedio que adaptarme, pero suelo intentar usar la focal más cercana al 105mm aunque utilice otro objetivo.
Recuerdo que hice unas fotos para un producto quirúrgico. Las fotos en estudio las hice todas con el 105mm, pero al meternos en el quirófano, iba con dos cámaras para poder fotografiar todo el proceso y uso. Por una parte una cámara iba montada con el 105mm para detalles de las manos usando el producto, pero por otra parte monté la otra cámara con el 24-70mm para fotografiar el procedimiento con encuadres más abiertos.
No he hecho mucha moda, pero cuando lo he hecho, lo he interpretado como una sesión de producto en la que el «soporte» del producto era una persona. Así que mi enfoque de la sesión era parecido, solo que haciendo algunas fotos entremezclando fotografía de producto y retrato.
Objetivos para fotografía de arquitectura en exteriores
Me refiero a fotografiar grandes edificios o viviendas desde fuera. Así que depende bastante del espacio. En cualquier caso intento utilizar la focal más larga posible.
En muchos casos no me queda más remedio que utilizar el 14-24mm, pero si puedo, si el espacio es suficientemente grande, utilizo el 24-70. Para detalles de la construcción suelo utilizar el 105mm y para juegos de líneas el 70-200 siempre que sea posible.
Pero como digo depende mucho de los encuadres y los edificios.
Objetivos para fotografía de arquitectura en interiores
En interiores tipo inmobiliaria, siempre utilizo el 14-24mm. Sólo en casos excepcionales utilizo el 24-70mm.
Con algunas fotos de interiorismo y decoración, como no buscamos fotografiar toda la habitación, sino más detalles, sí utilizo el 24-70 o incluso el 50mm.
Objetivos para fotografía de desnudo y/o boudoir
No hago este tipo de fotografías, pero las pocas veces que he hecho, lo he tratado como si fuesen retratos, así que utilizo los mismos objetivos.
Objetivos para reportaje fotográfico
En estos casos no opto por objetivos fijos ya que en un reportaje las situaciones pueden ser muy cambiantes. Además solemos necesitar varias tomas y variaciones de fotos para cubrir todo el reportaje.
Así que dependiendo del tipo de reportaje que sea opto por llevarme sólo la cámara con el 24-70 y un flash.
O dos cámaras, una con el 24-70 y otra con el 70-200mm con un flash.
Esto de llevar dos cámaras parece muy guay cuando lo vemos desde fuera, muy práctico y muy molón. Queda como muy profesional. Pero la verdad es que salvo que sean la misma cámara, es algo que personalmente no me gusta, no me es cómodo.
Es cierto que va muy bien para no tener que andar cambiando de objetivo, pero en mi caso, utilizo dos cámaras diferentes con botones en diferentes lugares. Estoy más acostumbrado a utilizar la Nikon D750 que la D800, así que voy a los botones más por intuición que parándome a pensar. Al cambiar de una cámara a otra, tengo que cambiar el chip en mi cabeza y andar buscando botones.
Objetivos para fotografía macro
La inmensa mayoría de las veces utilizo el 105mm, que para eso es el objetivo macro.
Aunque también es cierto, que para algunas fotos «macro» en las que quiero enseñar el ambiente en el que se encuentra lo que estoy fotografiando, entonces utilizo el 24-70 con tubos de extensión. Consigo un efecto muy peculiar que me gusta en determinados casos.
Objetivos para streetphotography
No es que practique mucha streetphotography, pero cuando lo hago suele ser cuando estoy de viaje. Así que suelo utilizar el 24-70 porque me lo llevo siempre a los viajes para aprovecharlo en mis paisajes.
Si por una de esas cosas tengo el 50mm conmigo, suelo dejar todos los objetivos en el apartamento y salgo sólo con la cámara y el 50mm. Me encanta cómo funciona con la Full Frame.
Si hiciese mucha fotografía de calle seguramente me compraría un 35mm para la full frame. Si tuviese una aps-c, seguramente optaría un 35mm también.
El objetivo más versátil pese a sus limitaciones
Desde mi punto de vista y por mi forma de hacer las fotos, el objetivo que más me gusta y que veo más versatil es sin duda el 105mm. Me costó mucho decidirme a comprarme este objetivo, ya que un 70-200 me parecía más versátil y ya cubría esa focal. Pero al ser macro, abre todo un mundo de posibilidades.
Es cierto que es un objetivo fijo y que eso nos impone ciertas limitaciones. Pero también es cierto que el hecho de ser fijo hace que su calidad sea muy buena y que sea un teleobjetivo corto muy ligero a la vez que luminoso.
No tenerme que preocupar por la distancia mínima de enfoque si quiero acercarme más y mas es una ventaja añadida.
Y el aspecto que da, la poca o nada distorsión del tamaño y la profundidad de campo tan controlable, hacen que se convierta en mi objetivo preferido.
Sin embargo, como por trabajo hago muchísima fotografía de arquitectura, utilizo mucho más el 14-24mm.
Aunque entre fotografía gastronómica y de producto, la cosa se está equilibrando bastante.
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